MCMXCII
En 1992 la sociedad española experimentaba una etapa de transición y apertura. A nivel político se consolidaba la democracia tras la transición iniciada en los años 70, con el Partido Socialista en el gobierno. A nivel social se vienen dando los primeros desafíos en el modelo tradicional de familia. Se aprecian cambios en la percepción de la movilidad social, con debates sobre la igualdad de género o la equidad en el acceso a la educación, al empleo y otros ámbitos. La Exposición Universal de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona, marcaron un hito en la modernización y proyección internacional de España. Se evidencia una sociedad en transformación, con nuevas realidades y desafíos que requerían una revisión de los modelos tradicionales.
Pero empecemos por el presente:
2024 - 2025
Máster de Profesorado - Universidad de Alicante
31 - 32 años
Ser Profesor – Pablo Und Destruktion
El 25 de septiembre de 2023 comenzó la aventura que me ha llevado a escribir estas palabras: Después de muchos años postergándolo, es el momento de hacer el Máster de Profesorado. Aunque esta decisión empezó a finales de 2022, preparando el examen de inglés para poder acceder al máster y en abril con la matriculación, no es una decisión que se pueda tomar de un día para otro. Otra de las decisiones que tuve que enfrentar a la hora de iniciar este máster fue la elección de la universidad y lo que ello suponía en mi vida. Soy de Murcia, y no obtuve plaza para este máster en la Universidad de Murcia, pero también me preincribí en la Universidad de Alicante y en la UCAM (la universidad privada de Murcia). Fui admitida en ambas y empezó la encrucijada: Ir a la UA, es decir, 770€ de matrícula 🙂, desplazamientos diarios 🙁 y dejar el trabajo 🙂. O ir a la UCAM, lo que significaba: 6.000€ de matrícula ☹️☹️, compaginar trabajo y estudios 🙁, pero hacer el máster online 🙂.
Finalmente, con el apoyo total de mi familia, de mi pareja y de mi entorno para tomar esta decisión, (después de hacer números) y sumado a las ganas que tenía de dejar el trabajo después de 5 años en la empresa; elegí la educación pública, como he hecho en toda mi trayectoria educativa. Una elección que también estuvo motivada por el hecho de no querer o no sentirme cómoda participando en una entidad privada y católica, tanto por el curriculum oculto ligado a esta institución, como por la función cultural de esta universidad, con un componente identitario e ideológico que no me representan.
En lo relacionado a dejar el trabajo para estudiar este máster, es representativa la función económica de la escuela, ya que mi intención, y la que tiene la mayor parte de alumnos de este máster al ser un máster habilitante, es la de querer cambiar de puesto de trabajo, o al menos abrir esa puerta. Lo que supone para mí, el ascenso a una clase social diferente a la de mi familia de origen (que además está estrechamente ligada a la clase social de mi pareja). Un ascenso, tanto de capital económico, como cultural y social.
Es gratificante ver cómo las personas a las que quieres te apoyan, en este caso en el inicio de una nueva carrera laboral; lo cuál ha influido siempre en mi crecimiento y desarrollo como individuo, y me ha ayudado a trabajar la confianza y en la forma de relacionarme, manifestando, en la mayoría de ocasiones, ese apoyo a otras personas con sus decisiones vitales. Y reafirmo, que con el paso del tiempo, dentro de mi entorno familiar, encuentro siempre un espacio de apoyo y seguridad donde aprendo y crezco a través de la interacción y las experiencias cotidianas.
2018 - 2023
Trabajo en Marketing Digital
26 - 31 años
What’s Up? – 4 Non Blondes
Esta etapa comienza a principios de 2018, después de graduarme en Bellas Artes y de muchos otros sucesos que trataremos más adelante, me formé en diseño web y conseguí trabajo en una empresa de Marketing digital en Murcia. Esto supuso la consolidación de mi independencia económica, que ya se inició años atrás con otros trabajos autónomos o ayudas. Esta independencia económica, desembocó en irme a vivir sola, una cambio en mi estructura tradicional de convivencia en el hogar, tanto con la familia como con amigos, que supuso la autonomía y la individualidad en mi vida cotidiana. Contaba con total libertad en la toma de decisiones y en mi organización de la vida diaria, y no supuso para mí ningún reto a nivel de soledad, gestión o apoyo emocional. Vivía sola, pero no estaba sola.
En relación al trabajo, he contado con un entorno amable y de confianza durante los 5 años en la empresa. En ningún momento he sufrido ningún tipo de discriminación por mi genero, ni desigualdad laboral. Fuí creciendo en la empresa de forma orgánica obteniendo cada vez con más cargo y responsabilidades, aunque no siempre bien remunerado (a mi juicio), aunque sí que se daba una situación en la que el rol jefe-empleada a veces estaba diluido y otras veces muy marcado, a convenir siempre por los jefes. Y por supuesto, aunque no lo haya experimentado en el tema laboral, soy consciente gracias a mi entorno, de las desigualdades a las que se enfrentan las mujeres debido a su género en el trabajo (brecha salarial, discriminación por ser madres, puestos de menor rango o acoso, entre otros).
Dentro de la empresa también me ocurrió algo muy bonito, y es que no sólo tenía compañeros de trabajo, sino que hice amigos. Y es que además de nuestra afinidad, ¿cómo no íbamos a ser amigos si pasábamos 9 horas al día juntos? El tiempo que invertimos en el trabajo en comparación con las horas dedicadas a la familia, los amigos y el descanso influye en la calidad de nuestras relaciones humanas. La distribución del tiempo entre el trabajo, la familia, los amigos y el descanso refleja las prioridades y los valores de una sociedad que nos educa para vivir trabajando, generando conflictos al tener que compaginar todas las áreas de nuestra vida en 24 horas, incluyendo la salud emocional de las personas.
8 horas de sueño + 9 horas de trabajo (incluyendo la hora de la comida) + 1 hora en coche + 2 horas variadas (higiene personal, cena o cocinar, limpiar, etc.) = 4 horas al día para: estar con mi familia, ver a mi pareja, leer o ver una serie o una película… Así que doy gracias por haber tenido amigos en el trabajo, porque de lo contrario, ¿que habría sido de mi estando 9 horas al día con gente con la que no congenio?
En esta etapa temporal también se inicia la pandemia mundial de COVID-19 😷, y por casualidad, un mes antes de decretar el estado de alarma el 14 de marzo de 2020, decidí dejar mi vida en soledad y volver a la casa familiar (mi entorno seguro). Un chalet en la huerta de Murcia, en una pedanía cercana al centro, donde nunca he tenido miedo de volver, en esta ni en otras ocasiones, y que en este caso fue una de las mejores decisiones que pude tomar, por lo que vino los meses posteriores. A pesar de la pandemia, continuaba teletrabajando desde casa, incluso había más trabajo que nunca. El mundo se virtualizaba porque no podíamos salir a la calle, las empresas y los comercios querían tener su web o tienda online preparada por si esta situación se prolongaba.
Y en la pandemia también conocí a la persona que hoy es mi pareja. Un encuentro casual con mascarilla y sin abrazos, que se fue repitiendo durante meses, siempre que el estado de alarma lo permitía, que superó todos esos cambios en las formas de socialización y que continúa hasta nuestros días. Conocerse en esos días y mantener la relación conllevaba un gran trabajo, te conoces de otra forma y se manifiestan ciertos valores que si compartes, afianzan la relación 👫.
Por último, un hecho importante en esta etapa es la compra de mi vivienda. En abril de 2022 (con los primeros coletazos de la guerra de Ucrania) conseguí comprar mi vivienda con un préstamo hipotecario con unos intereses aun accesibles para una mujer de 30 años de clase media. Una casa de pueblo en el casco antiguo de Bullas, al noroeste de la Región de Murcia, barata y perfecta para reformar 🏚. El hecho de adquirir esta vivienda, además de por mi interés por la zona, viene dado por el acceso a la vivienda en la actualidad, ya que entre los ingresos, las condiciones hipotecarias y la especulación inmobiliaria, es impensable para la mayoría de personas de mi entorno. No habría podido comprar una vivienda en el centro de Murcia o alrededores en ese momento (ni ahora), y esto me ha llevado a realizar una migración a una zona rural donde las condiciones son más asequibles y donde otros jóvenes como yo también se están mudando, generando un tejido nuevo y revalorizando los pueblos.
2016 - 2017
El cambio
24 - 25 años
Nos quedamos solitos – Rosalía
Después de terminar la carrera en 2015, comencé a trabajar como freelance, con otros compañeros = amigos = familia, como fotógrafos y diseñadores (en mi caso compaginándolo con algunas temporadas de trabajo en una tienda de ropa), y desarrollando un nuevo proyecto artístico como colectivo, que es como veníamos trabajando desde la facultad (LaManoRobada). En aquel momento la relación con el colectivo era resistente, y lo sigue siendo a día de hoy (aunque no en su totalidad), pero el cambio de paradigma de la vida universitaria a la vida laboral fue algo difícil de abordar: ya no estaba la beca del MEC, ya no eran trabajos libres; ahora eran clientes y mucha más responsabilidad.
El paso de la vida universitaria a la vida laboral fue una transición significativa en nuestra experiencia vital. Durante la etapa universitaria, formábamos parte del entorno académico disciplinado, pero también que daba pie a la experimentación y la creatividad. Y la vida laboral supuso un cambio hacia un contexto más estructurado. Nosotros ya veníamos trabajando juntos de forma productiva y eficiente, y cada uno estaba especializado en un campo concreto del proceso creativo, con una organización, jerarquía y responsabilidad; en esta nueva etapa surgieron tensiones en cuanto a la gestión del tiempo o la implicación en los proyectos, ahora los límites entre la vida laboral y la vida personal estaban diluidos, y no supimos gestionarlo. Ahora formábamos parte de una estructura social en la que se ponen a prueba las habilidades adquiridas y se enfrentan nuevos desafíos, como la participación en la vida económica y productiva. Esto fue un punto de inflexión en nuestra trayectoria vital.
En paralelo a estas vivencias, mi madre, de 55 años, que había sido diagnosticada desde los 40 y pocos años de una enfermedad cardiovascular, entraba a quirófano en el mes de Octubre de 2016: Válvula mitral y tricúspide, algo delicado pero también común. No había de qué preocuparse, hasta que horas después descubrimos que en la intubación le habían rajado la tráquea. Válvulas nuevas, sí, pero de los pulmones no habíamos hablado nada 😥.
Después de tres meses en la UCI conectada al ECMO, de fallos renales, de llamadas de madrugada, de box inundados de sangre por intervenciones exprés, de posibilidad de traslado para trasplante de pulmón, etc, etc, etc. Un día, en una de esas intervenciones mal auguradas, comenzó la mejoría. Fueron tres meses en el box 23 del Hospital Virgen de la Arrixaca, donde podíamos acceder dos veces al día, donde celebramos, entre otras cosas, la Nochevieja 2016-2017, junto al personal de la UCI (una nueva familia). Al salir de la UCI estuvo un mes más en la planta. Había que volver a andar, entre otras muchas cosas.
Con esta nueva familia (el personal del hospital), manteníamos una relación de amor-odio, celebrábamos las buenas noticias adorando a aquellas personas, pero les odiábamos cuando el pronóstico era fatídico y había que convivir con ellos. Las interacciones humanas en estos momentos suponían un papel crucial en nuestro bienestar, sentir el apoyo del personal sanitario durante estos momentos difíciles fue de gran ayuda, aunque se diesen episodios negativos o incidentes con ellos, habíamos creado un ambiente de confianza y colaboración entre el personal sanitario y nosotros, generando un sentido de comunidad temporal que contribuyó al proceso de curación y al bienestar emocional de todos los involucrados.
Después de este paréntesis en mi vida, comencé a formarme como diseñadora web y conseguí trabajo en una empresa privada (como ya sabéis 😉). Esto supuso una dualidad entre mis expectativas profesionales y la realización de mis sueños. Experimentaba una gran motivación al conseguir trabajo como diseñadora, lo cual representaba un logro profesional y una oportunidad para aplicar mis conocimientos. Sin embargo, la decepción surgía al reconocer que este trabajo no me iba a permitir expresarme artísticamente, y al reconocer una ruptura con el colectivo.
Se pone de manifiesto en esta etapa la importancia de encontrar un equilibrio entre las expectativas personales y las oportunidades laborales disponibles, ya que, como en mi caso, pueden desembocar en un conflicto personal. Desde entonces no he vuelto a crear ninguna obra ni a participar en ninguna exposición 💔.
2010-2015
Grado en Bellas Artes - Universidad de Murcia
18-23 años
Under Pressure – Queen
Al terminar el Bachillerato entré en la Facultad de Bellas Artes de Murcia, donde cursé 1º, 2º y 4º. El 3º año lo hice en la Universidad Politécnica de Valencia, en todos los cursos con la beca del MEC. Y en mis años de formación en esta facultad en ningún momento sentí, en relación a la función económica de la escuela, que hubiese un adiestramiento para el sistema económico o productivo. De hecho muchas veces nos quejamos de la falta de un poco de educación orientada al mundo laboral. El hecho de estudiar en la universidad suponía mejorar mi posición social de origen en relación a mis padres. Además en mi familia solo tenía dos referentes: mi hermana, que estaba 2 cursos por encima de mí en la misma facultad, y mi tío (el hermano de mi padre) que estudió economía y trabajaba como profesor en la UMU. El resto de mi entorno familiar no tenía estudios universitarios.
Una de las cosas más importantes de esta etapa de mi vida, fue la relación con personas que eran más afines a mi. En el primer curso conocí a cuatro personas que enseguida se convirtieron en algo más que compañeros de clase, eran mis amigos y también parte de mi familia. Con ellos crecí, y formamos un colectivo artístico: LaManoRobada (Robamos la mano izquierda de un maniquí utilizado como lámpara en el festival SOS 4.8), y un año después de esto (2012) nos tatuamos una línea en la muñeca simulando que nuestra mano era la de un maniquí. El acto de tatuarnos nos conectaba visual y emocionalmente, reafirmaba nuestra pertenencia a un grupo social, creando una identidad colectiva imborrable.
Hacíamos juntos los trabajos, compartimos mucho tiempo fuera de clase, participamos en exposiciones y concursos. Y el tercer año nos separamos: yo y otra amiga fuimos a Valencia, y los otros tres se quedaron en Murcia pero empezaron a vivir juntos. En Valencia viví con mi amiga, con su novia y con mi hermana, era la primera vez que salía de casa, aunque lo hice en la comodidad de vivir con otra parte de mi familia, estaba desarrollando mi proceso de transición hacia la adultez. El último año volvimos a Murcia y vivimos los cinco juntos, llegando a realizar el Trabajo Final de Grado en colectivo: “Los Indicios de la Mano: Estudio de cinco casos concretos en las obras del Museo del Prado y propuesta de obra en clave transmedia”, con muy buena nota y una exposición que ganó un premio nacional. Al terminar la universidad en 2015, continuamos realizando proyectos artísticos y a relacionarnos con artistas influyentes de la Región, a la vez que comenzábamos a adentrarnos en el mundo laboral.
2008-2010
Bachillerato de Artes - I.E.S. Floridablanca
16-18 años
Relamida – Iván Ferreiro
Al igual que en el colegio y en el instituto anterior, en esta etapa fui a un centro público para estudiar el Bachillerato de Artes Plásticas, que además era uno de los pocos centros que ofertaba esta modalidad de Bachillerato en la Región. Y este fue precisamente el problema que encontré en este momento vital: debido al cambio de centro y al desplazamiento desde mi casa, ya no podía ir al instituto en el autobús escolar, tendría que ir en moto y eso fue algo que a mi madre no le hizo nada de gracia. Intentó disuadirme de la idea de estudiar ese bachillerato (mi hermana estudió en el instituto de siempre en Bachillerato tecnológico y acababa de entrar a Bellas Artes). Me dolió que la primera reacción fuese de rechazo, pero ella confiaba en mí, siempre lo ha hecho, y me apoyó en mi decisión (cabe destacar en esta parte de la historia, para relatos posteriores que la participación de mi padre en mi crianza y mi educación fue nula, nada más allá de su aportación económica al ser el único progenitor que trabajaba: si no lo menciono es porque no participaba).
Al llegar al centro hice un buen grupo de amigos y me llevaba bien con todas los compañeros de la clase. Hice una amiga en concreto con la que tuve mucha afinidad y de la cual conservo un bello recuerdo, pero tras el bachillerato fuimos a diferentes universidades y perdimos el contacto. Y aún conservo a un amigo, que además de ir al mismo instituto que yo, vivía cerca de mi casa y con él sí que mantengo la relación a pesar de que vive fuera. La distancia geográfica, la evolución personal, o los cambios en los intereses personales, entre otros, pueden ser motivos por los que una relación se va diluyendo. Los amigos con los que mantenemos la relación a lo largo del tiempo suelen compartir valores o una conexión emocional especial que trasciende esos motivos citados anteriormente. Pero desde luego, mantener amistades a lo largo del tiempo implica un esfuerzo mutuo por cultivar la relación a pesar de los cambios, y una voluntad de mantener el vínculo a lo largo de la vida.
Además de iniciarme en el mundo de las artes y comenzar a moverme en un ambiente de personas con intereses más afines a los míos; uno de los ítems a destacar en esta etapa es el viaje de estudios: mi primer viaje al extranjero y en avión, a Italia; un hecho totalmente ligado a la función cultural de la escuela. En este caso, la escuela me facilitó el acceso a una vivencia y una experiencia cultural que lejos estaba de conseguir en el ámbito familiar. Fue algo muy emocionante, además muy ligado al arte y a la historia por el destino elegido, que contribuyó en mi desarrollo personal y cultural, y que me permitió conocer otras realidades.
2004 - 2008
Educación Secundaria Obligatoria - I.E.S. Aljada
12 - 16 años
A contracorriente – El Canto del Loco
Esta etapa comienza con un cambio de centro (de nuevo público), y el más cercano a casa, ya que en mi zona no hay instituto había que desplazarse a otra pedanía. El paso de la primaria a la secundaria es una etapa muy marcada en el desarrollo, en la que se va consolidando el pensamiento y la imagen muy marcada. La edad de los estereotipos: de las prendas de marca, el estilo, la música… Directamente relacionados con la rebeldía y otros aspectos, ligados a los factores contextuales, culturales y sociales de cada uno. Es importante considerar cómo estos estereotipos afectan a la autoimagen y la autoestima y a la interacción con otras personas. En este sentido hubo algunas ocasiones en las que algunos compañeros del instituto se metieron conmigo por algún tema estético, pero no fue muy significativo en mi adolescencia. Esta reafirmación de los intereses también supuso una transformación en el grupo de amigas. Las amigas con las que había compartido la primaria y yo íbamos tomando caminos diferentes en cuanto a nuestros intereses, el grupo se iba mezclando y se iban formando otros nuevos.
En relación a la familia, sabemos que es una figura fundamental en la transmisión de normas, valores y pautas de comportamiento (Parsons y Bales, 1955). En este sentido, recibí esa transmisión de mi madre, pero fue una figura que no estuvo muy ligada a mi enseñanza. Era buena estudiante, no suspendía nada y en ese sentido mi madre se relajó, no me preguntaba si había hecho los deberes o si tenía examen y a mi me fue bien así (aunque años más tarde, con mi hermano, tuvo que aplicarse y prestar más atención). Sobre el análisis funcionalista de Parsons y Bales (1955) se indica que otra de las funciones que cumple la familia es la regulación de la actividad sexual. En esta etapa comenzaron mis relaciones con chicos (aunque no perdí la virginidad hasta los 17 años); pero nunca se establecieron, por parte de ningún miembro de mi familia, valores morales, normas de comportamiento o expectativas relacionadas con la sexualidad, al menos de una forma directa.
Por último, en relación a las funciones sociales de la escuela en la educación secundaria incluyen, se continúa trabajando la transmisión de valores y normas iniciada en la etapa anterior; y sobre todo, en esta etapa se determina la posición que ocuparán los jóvenes en la estructura social. En este sentido me gustaría mencionar a un profesor de mi etapa de la ESO, que me marcó y contribuyó en la decisión de orientar mi carrera académica (y profesional) hacia las artes visuales. Fue el profesor de Plástica, al que le escribí una carta para otra asignatura de este máster, que se puede leer en este enlace.
1996 - 2004
Educación infantil y Primaria - Colegio Público Juan de la Cierva
3 - 12 años
Los Simpson – Intro
El 4 de enero de 1996 nació mi hermano, esto supuso que: me convertía en la hermana mediana y que éramos familia numerosa 👨👩👧👧+👶. Según la teoría del orden de nacimiento, el hijo/a de en medio suele ser descrito como alguien que tiende a ser mediador, conciliador y flexible (YO 🙋♀️). Una posición que, ligada a mi personalidad, tuvo más relevancia en mi rol familiar que el propio género. No se esperaba ni se pedía lo mismo a mi que a mi hermana mayor, ella “era así” (no hacía nada en casa) y yo tenía el deber de ayudar en las tareas, hacia la compra o cuidaba de mi hermano cuando mi madre estuvo enferma (y esto desembocó en una mala relación con mi hermana durante la infancia). El análisis funcionalista de Parsons y Bales (1955) destaca la importancia de la división de roles y tareas dentro de la familia para garantizar su funcionamiento eficaz y la satisfacción de las necesidades individuales y colectivas, pero en mi familia esos roles no estaban bien divididos.
El mismo año en el que nació mi hermano, comenzó mi escolarización, en un centro público a 2 minutos de casa (desde la ventana se ve el patio). El hecho de no haber ido a la guardería no supuso ninguna implicación negativa en mi proceso de socialización, pasaba el tiempo con mi madre, con mis hermanos, con mis abuelos, con mis primos o en el parque, por lo que había tenido contacto con otros niños ya. En relación a las funciones sociales de la escuela en la educación primaria, se inicia la transmisión de valores y normas por parte del colegio y la formación de la identidad en el proceso de socialización que se iniciaba con la entrada al colegio y la participación en actividades extraescolares en mi caso inglés y baile.
Por último destacar en esta etapa de mi vida la presencia de los “ritos” en nuestra sociedad: la comunión, el carnaval o la navidad, son manifestaciones culturales que reflejan valores, creencias y tradiciones arraigadas en este contexto, que estuvieron muy presentes en esta etapa en mi vida. En el contexto educativo, el carnaval cumplía una función de socialización: nos disfrazamos por clases o de forma individual, paseábamos por las calles del pueblo y eran días de juego y diversión. Como aspecto negativo, cabe destacar que con prácticas como esta (así como en actos de fin de curso, excursiones o salidas), se evidencian las diferentes clases sociales entre alumnos tan pequeños. Aunque ahora se debe trabajar más por la equidad en el acceso a este tipo de eventos o actividades, es sorprendente recordar cómo se trataba esto en aquel momento. En mi caso a pocos profesores les importaba si un alumno podía participar en este tipo de eventos.
1992 - 1995
Primeros años
0 - 3 años
Una rosa es una rosa – Mecano
28 de febrero de 1992 / 11:30 horas / Hospital Virgen de la Arrixaca / Semanas de gestación: 40 / Parto Eutócico / Grupo sanguíneo: AB+ / Peso: 3100 gr. / Talla: 49 cm. / Perímetro cefálico: 34 cm. / Perímetro torácico: 32 cm.
Nací en un modelo de familia nuclear, que en ese momento constaba de: mi madre, mi padre, mi hermana (3 años mayor) y ahora yo 👨👩👧👧. Vivíamos en una casa grande con jardín, en una pedanía de Murcia cercana al centro, rodeada por el huerto de mi abuelo, y al lado la casa de mis abuelos paternos 🏡. En aquel momento mis padres estaban bien acomodados económicamente, tenían una casa pagada y acababan de comprar un coche “a tocateja” 🚗. Nacer en una familia de clase media en España en 1992 significaba tener acceso a ciertos recursos económicos y educativos, y vivir en un entorno familiar (aparentemente) estable.
Debido a nuestra situación económica, y pese a la facilidad y ayuda que supone tener al lado a tus padres o a tus suegros en el momento de la crianza, al nacer yo mi madre decidió dejar de trabajar, un hecho relacionado con el análisis funcionalista de Parsons y Bales en relación a que la familia desempeña roles clave en la provisión de seguridad material y emocional para sus miembros 🤱. Mi madre era administrativa e iba a pasar a ser ama de casa, desde ese momento hasta el presente.
La decisión de una madre de dedicarse por completo al cuidado de los hijos influye directamente en la forma en que se crían y se educan, y ha tenido un gran impacto en mi concepción de la figura materna, en la transmisión de valores y en la forma en que percibía los roles de género en la familia. Y es que, aunque yo lo percibo como algo positivo, en ese “dedicarse a la casa y a los hijos” iba implícita la NO ayuda por parte del otro progenitor (A.K.A. mi padre). Además, esta decisión implicaba, indirectamente, una pérdida de autonomía, de independencia económica y de realización personal, que tuvo repercusiones posteriores en la autoestima, la identidad y la satisfacción personal de mi madre (esto sumado a criar a tres hijos prácticamente sola = depresión).
Pese a estas connotaciones y realidades, que a día de hoy son impensables para mi, le agradezco a mi madre cada uno de los minutos que nos dedicó y que nos dedica a mí y a mis hermanos. Fue precioso tenerla al salir del colegio, o que nos llevase al médico, sus brazos siempre disponibles y la valentía con la que nos crió y educó, prácticamente sola. Le doy las gracias por cada caricia, por sus valores, por cada tarta de cumpleaños, por los vestidos y los disfraces, por llevarnos a todas partes, por todas las cosas que se me olvidan y por todo lo que me ha enseñado ❤️: “Si yo me hubiese ido, teníais que seguir sin mi.”
Antes de nacer
Hey Jude – The Beatles
Algo que me parece curioso nombrar, ya que le doy bastante importancia, es a la concepción de una persona como individuo antes del nacimiento. Esto se hace mediante una de las prácticas más comunes y necesarias, poner nombre a tu hijo.
La elección del nombre puede estar asociada a tradiciones familiares, creencias religiosas, modas sociales o incluso a aspiraciones de los padres. Puede ser un acto de resistencia o de afirmación de la identidad individual, por ejemplo, optar por un nombre poco común puede significar una reivindicación de las expectativas familiares o expresar valores personales. Es un reflejo de la personalidad de quién lo elige y puede suponer una carga o un orgullo para quien lo lleva. En muchas culturas, el nombre es más que una etiqueta, puede ser un marcador de género, clase social o grupo étnico, transmitiendo información sobre la identidad y pertenencia de la persona en la sociedad.
En mi caso el nombre elegido fue Judit, y no está ligado a nadie en mi familia. No sé por qué mi madre me llamó Judit, ni de dónde salió ese nombre, y se lo he preguntado en innumerables ocasiones. Solo sé que fue el nombre que quedaba. En su primer embarazo no supo el sexo del bebé, y sus nombres favoritos eran Lidia y Álvaro (que son los nombres de mis hermanos). El mío, de origen bíblico, narra la historia de una heroína hebrea.
Judit “sin H” (que ha desembocado en errores a nivel administrativo en muchas ocasiones). En el colegio Judit de judía, de judía verde. Apelativo que transformé en Judit Green y que utilizo como alias en redes sociales.
El nombre propio no es solo una etiqueta, es una expresión simbólica en la construcción de la identidad en la sociedad. Un nombre que en la mayoría de los casos llevaremos hasta el final de nuestros días, que determina un vínculo con nuestros padres, o la evolución de un linaje y la carga que eso puede conllevar en el individuo.
Hoy es 7 de mayo de 2024, y estoy a tan solo 4 días de finalizar este Máster.
AUTOBIOGRAFÍA
jmr149@alu.ua.es